En un mundo donde la tecnología impacta en todos los ámbitos de nuestra vida, establecer límites claros, entre la vida personal y laboral es crucial.
La desconexión digital en las organizaciones es esencial para que los empleados puedan descansar sin la presión de tener que responder a comunicaciones laborales.
Esta medida busca preservar la salud mental y el bienestar de las personas. Respetando su descanso y fomentando un equilibrio saludable entre lo laboral y lo personal.
El descanso, en el contexto laboral es el periodo en el que la persona no tiene la obligación de desempeñar sus funciones en la empresa.
Según el Estatuto de los Trabajadores:
La jornada laboral no debe superar las 40 horas semanales (un máximo de 9 horas diarias, o según el convenio colectivo).
Por lo tanto, el tiempo restante se destina al descanso, que, además de las vacaciones y las licencias laborales, incluye lo siguiente:
- Descanso de al menos 15 minutos si la jornada laboral supera las 6 horas (4 horas y media para menores de 18 años).
- Un descanso diario de 12 horas entre el cierre de la jornada y el inicio de la siguiente.
- 14 días de fiestas laborales.
- Descanso de como mínimo 1 día y medio ininterrumpido a la semana.
- Permisos, licencias o excedencias justificadas.
El tiempo de desconexión digital responde al tiempo de descanso laboral que tiene cada persona empleada. Este tiempo se establece según su contrato de trabajo, convenio colectivo y el Estatuto de los Trabajadores.
Por tanto, si una persona trabaja de 8:00h a 16:00h, su derecho a desconectar se extiende de las 16:00h hasta las 8:00h del día siguiente.
¿Quién tiene derecho a la desconexión digital?
Con el aumento del trabajo remoto e híbrido y la disponibilidad de dispositivos, la línea entre la vida laboral y personal se ha vuelto cada vez más difusa.
Por ello, se hace necesario proteger el derecho a la conciliación, al descanso y a la intimidad personal y familiar.
Según la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, en su artículo 88: Derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral. Se establece que:
“1. Los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar.
2. Las modalidades de ejercicio de este derecho atenderán a la naturaleza y objeto de la relación laboral, potenciarán el derecho a la conciliación de la actividad laboral y la vida personal y familiar y se sujetarán a lo establecido en la negociación colectiva o, en su defecto, a lo acordado entre la empresa y los representantes de los trabajadores.
3. El empleador, previa audiencia de los representantes de los trabajadores, elaborará una política interna dirigida a trabajadores, incluidos los que ocupen puestos directivos, en la que definirán las modalidades de ejercicio del derecho a la desconexión y las acciones de formación y de sensibilización del personal sobre un uso razonable de las herramientas tecnológicas que evite el riesgo de fatiga informática. En particular, se preservará el derecho a la desconexión digital en los supuestos de realización total o parcial del trabajo a distancia así como en el domicilio del empleado vinculado al uso con fines laborales de herramientas tecnológicas.”
No obstante, en algunos casos, se podrán pactar con la empresa, ciertas situaciones excepcionales, por causa de fuerza mayor, o de urgencia, se podrá requerir de la actuación de la persona trabajadora fuera de su horario laboral. Abordaremos los motivos en profundidad en próximas publicaciones.
¿Qué se pretende con este derecho?
El objetivo es adecuar los derechos de las personas empleadas en un escenario laboral marcado por la transformación digital.
Por lo que, es necesario limitar y adaptar las herramientas tecnológicas para que se utilicen únicamente dentro del ámbito y jornada laboral.
Esto contribuye a evitar:
- La sobrecarga física y mental.
- Los trastornos psicológicos por incapacidad de desconectar del trabajo.
- La necesidad de realizar horas extras.
¿Cuáles son los beneficios de la desconexión digital laboral para las personas?
Como decíamos, desconectarse digitalmente del trabajo ofrece numerosos beneficios tanto para la salud mental como física, por ejemplo:
Permite reducir los niveles de estrés y ansiedad.
El cerebro necesita tiempo para descansar y recuperarse de la constante exposición a las pantallas y a la presión laboral.
Fomenta un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional.
Puede llevar a relaciones más saludables y satisfactorias con familiares y amigos.
Mejora en la calidad del sueño.
Cuando nos alejamos de los dispositivos electrónicos antes de dormir, evitamos la luz azul que puede interferir con nuestro ciclo de sueño.
Incrementa la productividad y la creatividad.
Permite que la mente se relaje y se recargue, lo que facilita la generación de nuevas ideas y soluciones.
Al desconectarnos, nos damos la oportunidad de disfrutar de actividades al aire libre, practicar deportes o simplemente dedicarnos a hobbies que nos apasionen. Además, ganamos calidad de vida mediante una mejor conciliación familiar.
Ventajas para las organizaciones.
Hemos observado que el derecho a la desconexión digital aporta múltiples beneficios a los empleados y esto, a su vez, se traduce en importantes logros para las empresas:
Mejora la productividad.
Respetar el tiempo de desconexión digital beneficia el descanso y la motivación del personal laboral en el inicio de su jornada laboral. Al reservar tiempo para sí mismos, fomentar su bienestar personal y alcanzar un equilibrio, recargan energías y aportan su máximo rendimiento en el trabajo.
Disminuye el absentismo laboral.
Al descansar y recargar energías, los empleados pueden cumplir con sus horarios laborales, lo que disminuye la ausencia y el presentismo, es decir, estar físicamente en el trabajo pero dedicando tiempo a actividades personales.
Promueve la atracción y la fidelización del talento.
El descanso laboral, así como otras medidas conciliadoras, son aspectos muy valorados por el personal empleado; según estudios recientes, más incluso que la remuneración. Por lo que, al invertir en esta parte, las empresas fortalecen su vínculo con la plantilla, mejoran el clima laboral y reducen la rotación de personal.
Impulsa la marca empleadora de la empresa.
Independientemente de ser una normativa, el respeto y la promoción por parte de la organización de la desconexión digital de la plantilla demuestran su compromiso con el bienestar del personal. Esta actitud mejora la reputación corporativa y aumenta el interés de candidatos que desean unirse a la empresa.
Cómo garantizar el derecho a la desconexión digital
Para implementar la ley de desconexión digital en España, las organizaciones deben elaborar una política interna que establezca las bases para garantizar el cumplimiento del derecho. En ella, se debe definir de forma precisa cuáles son los tiempos de descanso teniendo presente la normativa vigente, así como los métodos empleados para registrar el horario.
Además, en la política interna la empresa o su departamento de RRHH puede incorporar buenas prácticas y acciones de concienciación sobre el manejo de herramientas digitales. Todo para fomentar una relación saludable con el uso de la tecnología.
Quién tiene la responsabilidad de garantizar el derecho a la desconexión digital
Las organizaciones, junto con el Comité de Empresa, tienen la mayor responsabilidad en facilitar la desconexión digital en el ámbito laboral.
Como hemos comentado, es su deber elaborar una política interna que sirva de protocolo para saber cómo ejercer el derecho, así como qué acciones de formación y concienciación aplicar para hacer un buen uso de las herramientas digitales.
Cómo garantizamos la desconexión digital en MHP
En MHP utilizamos la plataforma corporativa Laycos.
Laycos, incorpora todas las herramientas que habitualmente se utilizan para trabajar:
Red corporativa, mensajería, videoconferencia, teléfono, etc. Podemos integrar nuestro correo electrónico dentro de la misma. De esta forma todo queda registrado en un mismo lugar y al activarse la desconexión digital, todos estos elementos se desconectan temporalmente (salvo la red corporativa con RRHH) y estarán ahí para nuestra vuelta al desactivar la desconexión.
En ella, podemos configurar diferentes estados personales para informar al resto de nuestra organización sobre nuestra disponibilidad, entre ellos se encuentra la desconexión digital.
Cómo establecer la Desconexión Digital en Laycos.
Para establecer este estado es necesario introducir nuestro horario de trabajo, una vez se haya establecido, al llegar el inicio/fin de nuestra jornada se desactivará o activará respectivamente. Durante el periodo en el que esté activo solo podremos acceder a las funcionalidades mínimas de la aplicación.
Otro ejemplo de funcionalidad que contribuye a la desconexión digital es el aviso en el chat que se muestra si intentamos comunicarnos con una persona que ha establecido su estado personal como Vacaciones.
De este modo, podemos ser conscientes de que esa persona no está disponible y evitar interrumpir su tiempo de descanso.
Además, permite a los empleados desconectar verdaderamente de sus obligaciones laborales, sabiendo que sus compañeros están al tanto de su ausencia temporal.
Por lo tanto, podemos optar por enviar un mensaje privado para que lo vea a su regreso, o simplemente esperar hasta que esté de vuelta.
Así, fomentamos un entorno de trabajo más saludable y equilibrado, donde se valora el bienestar personal y se evita la sobrecarga. Es crucial entender que, al permitir y respetar estos espacios de salud, descanso, conciliación e intimidad, contribuimos a una cultura laboral más sostenible y humana.
Por ende, cada individuo puede recargar energías y regresar con más motivación y productividad.
Cómo fomentar la desconexión digital desde la empresa
Más allá de que la desconexión digital laboral sea un derecho reconocido por ley en España. Las empresas tienen un papel clave a la hora de reforzar ese tiempo de desconexión.
Y de este modo, mejorar la calidad de vida de las personas empleadas y, por ende, incrementar sus niveles de productividad. Veamos algunos ejemplos sobre cómo pueden lograrlo:
Control horario.
Aparte de que el registro de la jornada laboral es obligatorio en España, emplear herramientas de control de horarios y fichaje permite detectar si la persona empleada se excede de su horario habitual. De ser así, será investigar las causas que hay detrás para ponerle solución.
De igual forma, se deberá aplicar esta norma a las herramientas digitales que se utilicen habitualmente en la empresa.
Ya sea porque las propias herramientas permiten, (como hemos visto en el caso de Laycos) limitar su uso/acceso, o bien, limitar el uso mediante IP. De esta forma, la persona no podrá acceder a estas herramientas a menos que se encuentre en su centro de trabajo, o se le habilite una VPN específica en los casos puntuales en los que trabaje en remoto.
Consecuencias de vulnerar este derecho
Por no respetar el derecho de desconexión digital de las personas empleadas, las empresas pueden enfrentarse a importantes sanciones y multas que pueden oscilar entre los 626 y los 6.250 euros, según la grave dad de la vulneración.
Además, a estas sanciones, se pueden unir otras por vulnerar la LOPDD ya que se estaría vulnerando la intimidad personal y familiar de la persona. En caso de vulneración, ésta impone las siguientes sanciones:
- Hasta 40.000 euros para infracciones leves.
- De 40.001 a 300.000 euros para infracciones graves.
- De 300.001 a 20 millones de euros (o el 4% del volumen de facturación anual) para infracciones muy graves.
Por tanto, es crucial que las empresas y organizaciones adopten y promuevan políticas de desconexión digital, educando a sus empleados sobre la importancia de este derecho y asegurando su cumplimiento.
Solo así se podrá avanzar hacia un entorno laboral más humano y equitativo, donde el respeto por el tiempo y la salud de las personas sea una prioridad indiscutible.